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Obama: bueno para Israel, malo para Netanyahu

Entrevista en la última gira de conferencias por Sudamérica en el diario "La Capital" de Rosario, 4-6-11, conjunta con mi compañero de viaje, Julián Schvindlerman:

"Obama le exige mucho a Israel y nada a los palestinos"

La propuesta de Barack Obama de crear un Estado palestino con las fronteras de 1967 (sobre la Franja de Gaza y los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este) encendió las alarmas en Israel.

La propuesta de Barack Obama de crear un Estado palestino con las fronteras de 1967 (sobre la Franja de Gaza y los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este) encendió las alarmas en Israel. El primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, rechazó este proyecto de plano, generando uno de los mayores cortocircuitos en años entre Tel Aviv y su aliado EEUU. El periodista Marcelo Kisilevski, quien vive en Israel desde 1992, y el analista político internacional Julián Schvindlerman, ambos de visita en Rosario, opinaron en charla con La Capital sobre las causas y las consecuencias de este inesperado conflicto.

— ¿Es posible volver a las fronteras de 1967, como propone Obama?

— Schvindlerman: Israel tiene un problema con esas fronteras, porque las considera indefendibles. Es una nación muy pequeña, del tamaño de Tucumán, rodeada de vecinos: con algunos tiene acuerdos de paz formales, con otros está en estado técnico de guerra y con los palestinos tiene un conflicto que ha sido violento en el pasado. La preocupación tiene que ver con hasta dónde Israel puede hacer concesiones territoriales hacia los palestinos cuando, habiéndose retirado de Gaza y del sur del Líbano, estos territorios terminaron siendo usados como base de ataque contra la nación.

— Kisilevski: El gran problema de Netanyahu es que ya hizo muchos gestos "de izquierda" y no puede hacer más. Congeló la construcción en los territorios (palestinos) por diez meses, algo inédito para un primer ministro del Likud (el partido gobernante, de derecha). De crearse un Estado palestino basado en el intercambio de territorios, el Likud va a tener que evacuar todos los asentamientos que están aislados, y estamos hablando de 140 mil personas, no de 8.000 como en la Franja de Gaza. Por eso Netanyahu tiene dificultad en aceptar una cosa así, y en lugar de fluir con la propuesta de Obama, necesita ir a la confrontación. Además, Obama le exige a Israel volver a las fronteras de 1967, pero, por otra parte no le exige nada a los palestinos, como que renuncien al derecho al retorno de los refugiados, por ejemplo.

— ¿Cuáles pueden ser las consecuencias del rechazo de Netanyahu?

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