El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, ganó casi dos puntos de popularidad por su accionar en la operación «Margen Protector» contra Hamás en Gaza, según un sondeo de opinión difundido por el Canal 10 de la televisión local.

Netanyahu, que antes del conflicto armado tenía un índice de popularidad de 4,9 sobre 10, tiene ahora 6,9 y está sólo por detrás del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Benny Gantz, que tiene 8 de índice de popularidad.

Las bombas que caen el conflicto entre Israel y Hamás también estallaron en el mundo del cine y amenazan con abrasar a sus estrellas.

La actriz española Penélope Cruz publicó un comunicado en el diario «USA Today» matizando sus críticas sobre Israel.

Un programa de televisión israelí logró hallar al hijo de una pareja de Gaza al que creían muerto y cuya pista perdieron después de nacer hace 33 años en Belén.

El pediatra israelí de origen argentino, Miguel Glatstein (41), asiste a diario a pacientes oncológicos que llegan desde Gaza al Centro Médico Ijilov de Tel Aviv, y destaca la convivencia, casi naturalizada, entre los menores israelíes y los palestinos.

El rabino Issar Klonsky, del barrio de Givat Mordejai, en Jerusalén, aprendió que la vida privada de las personas tiene que ser justamente eso, privada.

El diario norteamericano «The Washington Post» publicó este miércoles los datos de una encuesta que encargó el Canal 10 israelí, y que condujo el Instituto Sarid, en la que los datos reflejan que un 87% de los judíos israelíes encuestados apoyan las acciones del primer ministro Binyamín Netanyahu y están a favor de la continuidad de la guerra en Gaza.

El rotativo se hace eco de que, a pesar de las más de 1.200 muertes que se registraron, desde que comenzara la operación «Margen Protector», el pueblo israelí sigue dando su apoyo al Gobierno y que éste aumentó en las últimas semanas.

Varias decenas de ultraortodoxos judíos se manifestaron en el Monte Sión de Jerusalén junto al edificio en el cual se encuentran, según la narrativa, la tumba del rey David y la iglesia que alberga el cenáculo, para protestar contra un supuesto acuerdo secreto entre el Gobierno israelí y el Vaticano para que este templo quede bajo jurisdicción de la iglesia católica.

El complejo, situado extramuros, es sagrado para las tres grandes religiones monoteístas, ya que además de ser el lugar que Santa Helena identificó como el de la Última Cena, los judíos consideran que alberga la Tumba del mítico rey David y los musulmanes otomanos lo utilizaron como mezquita.

El escritor israelí, Amós Oz, fue criticado por la derecha nacionalista por calificar de «neonazis» a los jóvenes colonos radicales que en los últimos meses atacan blancos palestinos, iglesias de diferentes corrientes cristianas y a las propias Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

«Es un desprecio contra el recuerdo del Holocausto», «cruzó todos los límites» o «no se puede comparar el pinchazo de neumáticos con la Shoá», son algunas de las críticas vertidas contra Oz.

Un simple beso fue la chispa que permitió a una modesta campaña para defender la paz entre árabes y judíos convertirse en los últimos días en todo un éxito en las redes sociales.

El escritor Amós Oz criticó duramente a la extrema derecha israelí. «'Etiqueta de Precio' y 'Juventud de las Colinas' son apodos empalagosos», declaró. «Es hora de que miremos al monstruo a los ojos».

«De niños nos decían que cuando tengamos ladrones hebreos y prostitutas hebreas, podremos asegurar que disponemos de un Estado hebreo. Pues ahora tenemos también neonazis hebreos», añadió.