Sospechas de proxenetismo y consumo de drogas pesan sobre el vicepresidente del parlamento israelí, Oren Hazan, diputado del Likud, indicó una investigación realizada por el Canal 2 local. Hazan habría facilitado servicios de prostitutas a clientes israelíes en un hotel-casino situado en la estación balnearia búlgara de Burgas, en el Mar Negro.
Además, durante su estancia en ese hotel, Hazan habría consumido drogas «duras», según los testimonios de empleados del establecimiento y clientes israelíes recogidos por la nota televisiva.
El reportaje presentó también un documento escrito que probaría que Hazan, contrariamente a sus afirmaciones, era gerente no sólo de un hotel sino también de un casino.
«Oren me llamaba y me pedía que trajera bellas chicas, altas y con tetas grandes a un lugar para sus amigos», recordó el chófer del casino en el reportaje.
En el informe del Canal 2 aparece Sonia, la directora del club de striptease confirmando que Hazan era el que enviaba al conductor para que pagara y recogiera las chicas de su local.
«Oren era el gran jefe. Tenía muchos amigos. Estaba todo bien. El chofer venía aquí, hablaba conmigo, le decía el precio, y se llevaba las chicas. Antes, por supuesto, pagaba», contó Sonia a un periodista que lleva una cámara oculta.
Hazan rechazó categóricamente todas las acusaciones en sendas entrevistas a la radio militar «Galei Tzáhal» y a la radio pública y denunció una campaña de «calumnias».
El vicepresidente del Parlamento anunció que presentará una demanda judicial por difamación contra el Canal 2.
Pero el «affaire» Hazan acaparó la atención de los parlamentarios y de los medios de comunicación. Preocupado por las repercusiones, el presidente del Parlamento, Yuli Edelstein (Likud) sacó a Hazan de la dirección de las sesiones parlamentarias hasta que se aclaren las acusaciones que pesan en su contra. Según «Galei Tzáhal, Hazan habría reaccionado amenazando a Edelstein.
Desde un punto de visa legal, el Parlamento no puede destituir a un diputado si no es condenado en un tribunal, aunque si no dimite, puede ser expulsado por el Likud de las comisiones parlamentarias en las que tiene participación.
Varios diputados de Meretz, partido opositor de izquierda, pidieron que se suspendan los fueros parlamentarios de Hazan y se inicie una investigación policial.
Hazan fue elegido diputado el 17 de marzo pasado en la lista del Likud, que obtuvo 30 escaños. El entonces candidato ocupaba el lugar número 30 de la lista, con pocas oportunidades de lograr un escaño. Pero de la noche a la mañana consiguió entrar en la Cámara.
Debido a la mayoría ajustada de la exigua coalición de gobierno (61 escaños por 59 de la oposición) y la importancia del voto de cada uno de sus diputados, Netanyahu le concedió la vicepresidencia del Parlamento y le envió a cinco comisiones parlamentarias, entre ellas, una de las más importantes, Exteriores y Seguridad.
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