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Multitudinario funeral a «soldado solitario» caído en Gaza

Funeral de Shon Carmeli zLa operación «Margen Protector» en Gaza despertó una ola de apoyo masivo de la sociedad israelí hacia su Ejército, situación en la que prima lo colectivo.

Alrededor de 30.000 personas participaron el martes en la ciudad de Haifa en uno de los funerales más multitudinarios que se recuerdan en el país por un soldado, en este caso emigrado de Estados Unidos hacía cinco años y que vivía en Israel sin su familia.

La convocatoria en las redes sociales para solidarizarse con el solitario uniformado Shon (Sean) Carmeli en su sepelio, hecha por el equipo de fútbol Macabi Haifa, fue secundada por ciudadanos de todo el país, donde en los últimos días recibieron sepultura, uno tras otro, los 29 soldados muertos en combate.

Se trata de una elocuente muestra del sentir popular en una sociedad, la israelí, en la que cada familia tiene algún hijo o pariente sirviendo en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), alistado precipitadamente para combatir o en alerta por si surge la ocasión de acudir a filas.

«Estos días me siento realmente como si todos estuviéramos en el frente», dijo en ese sentido el DT de la selección nacional de fúbol, Eli Gutman, al visitar en el  Hospital Soroka de Beer Sheva a los soldados heridos, un ritual en el que participan políticos, altos mandos, famosos y gente de a pie que ni siquiera les conocen.

Yair Benhamu, propietario de una tienda de alimentos en un residencial barrio de Jerusalén, explicó que «Israel es en realidad una gran familia, un país pequeño donde todos nos conocemos directa o indirectamente, y en el que la pérdida de un soldado es algo casi personal, cuanto menos un trauma colectivo».

En su tienda, era notorio el pesar de la gente al oír por televisión, uno tras otro, los nombres de los últimos soldados caídos, generando en los clientes una singular mezcla de rabia y resignación típicas de un país que vivió numerosas guerras.

Muchos supermercados dispusieron estos días cajas de donaciones para «mimar» a los soldados con chocolates, bebidas o productos higiénicos, y son numerosos los civiles que, pese a las advertencias, acuden a posiciones avanzadas para entregarles regalos o darles las gracias.

De hecho, el primer israelí fallecido por un cohete palestino, fue un civil de la zona de Tel Aviv que repartía comida en el puesto fronterizo de Erez, en la frontera con Gaza.

Asimismo, por las calles se reparten estos días banderas nacionales de forma gratuita, para expresar su solidaridad con las tropas y levantar la moral a la población.

También los principales periódicos se sumaron a esta ola con gigantescos mensajes de apoyo a sus soldados, mientras cantantes y artistas famosos deambulan por el frente actuando para civiles y militares.

Y es que en momentos de guerra, la población israelí cierra filas en torno a su Ejército y se aferra a la razón esgrimida por la cúpula gubernamental de que era inevitable entrar en Gaza para defender a la ciudadanía, ante la incesante lluvia de cohetes y sucesivas incursiones de terroristas islamiscos a través de túneles.

Así, el ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, instó a boicotear al comercio árabe que cierra sus puertas en señal de protesta por la ofensiva militar, en una muestra de fervor patriótico que comparte buena parte de la población.

En los últimos días también se produjeron amenazas y agresiones físicas a manifestantes y líderes de izquierda, así como a reconocidos artistas que se mostraron conmovidos por el sufrimiento palestino y en contra de la guerra.

La más señalada fue la actriz y humorista Orna Banai, que expresó su tristeza por la muerte de civiles en ambos lados y su oposición a la guerra, antes de describirse a sí misma - con la ironía que tanto la caracteriza - como «un bicho raro, izquierdista amante de los árabes».

Las respuestas no se hicieron esperar, y en la red afloraron verdaderas cruzadas que rayan en la homofobia y misoginia contra quien también es una lesbiana declarada.

Otra que fue sometida al ostracismo popular es la cineasta Shira Geffen, quien al presentar una de sus películas en el Festival de Cine de Jerusalén leyó los nombres de cuatro niños palestinos muertos y pidió a la audiencia un minuto de silencio.

Fotos: Gentileza Oficina de Portavoz de las FDI

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