El Parlamento israelí aprobó una ley que eleva el porcentaje de voto mínimo para acceder a la Knéset, del actual 2% al 3,25%, lo que dificultará la entrada de formaciones minoritarias o sectoriales.

Con el nuevo umbral, dos partidos árabes actuales se verían abocados a aliarse entre ellos para mantener los 11 diputados que ahora les representan.

La oposición israelí decidió boicotear unida la votación de tres polémicas leyes que se espera sean aprobadas a partir de hoy en el Parlamento, en protesta por lo que consideran un «asalto a la democracia» por el Gobierno que lidera Binyamín Netanyahu.

Las leyes serán presentadas como un «paquete» en una maratoniana sesión parlamentaria en la que deben recibir la tercera y última lectura antes de que finalice el período de sesiones de invierno.

Las críticas del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, al trato de Israel a los palestinos, concretamente al bloqueo a la Franja de Gaza y al reparto de agua, durante un discurso en el Parlamento hebreo, provocaron el boicot del partido ultranacionalista religioso Habait Haiehudí.

Los doce diputados, liderados por el ministro de Economía, Naftali Bennett, abandonaron el plenario a gritos de «los palestinos mienten» y «esto es una vergüenza».

La diputada israelí, Miri Regev, del partido Likud que lidera el primer ministro Binyamín Netanyahu, presentó un proyecto de ley para anexar los asentamientos judíos en Cisjordania al resto de Israel.

El Comité Ministerial de Legislación debatirá hoy la propuesta, que de ser aceptada, tendrá que pasar otro debate en el Parlamento.

El ministro de Economía israelí, Naftalí Bennett, se disculpó ante el primer ministro, Binyamín Netanyahu, por los ataques ideológicos que le lanzó estos últimos días, y que condujeron a una situación que amenazaba con romper la actual coalición de gobierno.

«Si el primer ministro se ofendió no era esa mi intención», dijo Bennett, líder del partido ultranacionalista religioso Habait Haiehudí, en un acto público celebrado en el la región del Mar Muerto.

El primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu, reprenderá a su ministro de Economía, Naftali Bennett, por sus críticas contra él por sus afirmaciones sobre la posibilidad de que habitantes de asentamientos judíos en Cisjordania permanezcan en sus viviendas bajo soberanía palestina tras la creación de un Estado.

En unas palabras formuladas la semana pasada durante el Foro Económico de Davos, Netanyahu manifestó que no tiene intención de evacuar asentamientos y recalcó que no hay motivo para que un acuerdo final no permita a una minoría israelí residir en un Estado palestino, igual que una minoría árabe reside en Israel.

La idea del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, de incluir el mantenimiento de los asentamientos judíos en Cisjordania, en el marco de un futuro Estado palestino, encendió una tormenta política en Israel.

Tal y como recogen medios locales, el enfrentamiento entre el jefe del Ejecutivo y su ministro de Economía y líder del partido ultranacionalista religioso Habait Haiehudí, Naftalí Bennett, nació de dicha consideración de Netanyahu filtrada a la prensa extranjera que algunos analistas entienden como una forma de pulsar la opinión de los colonos.

El ministro israelí de Economía, Naftali Bennett, aseguró que su partido, Habait Haiehudí, uno de los principales en la coalición del primer ministro, Binyamín Netanyahu, abandonará el Ejecutivo si éste cede ante los palestinos en cuestiones como Jerusalén o las fronteras de 1967.

«La paz con los palestinos sólo nos trajo terrorismo», afirmó Bennett en una conferencia en el Instituto de Investigación de Seguridad Nacional, donde añadió que «no seguiremos en una coalición que, por presiones internacionales, divida Jerusalén y ponga en riesgo nuestra seguridad».

El ex primer ministro israelí, Ehud Olmert, tachó de «idiotismo» la falta de un acuerdo de paz con la Autoridad Palestina (AP) por parte del Gabinete de su sucesor, Binyamín Netanyahu, en la situación histórica en la que se encuentran ambas partes.

«En tiempos de paz incluso un primer ministro idiota podría salir pareciendo bueno», afirmó Olmert durante una conferencia pronunciada en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

El ex mandatario no se limitó a afirmar que la paz con los palestinos es de suma importancia, sino adelantó que concertar un acuerdo de paz ahora es muy factible.

El partido ultranacionalista religioso israelí, Habait Haiehudí, advirtió que abandonará la coalición gubernamental si el primer ministro hebreo, Binyamín Netanyahu, acepta las propuestas presentadas por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, de cara a un eventual acuerdo de paz con la Autoridad Palestina.

El líder de la formación, el titular de Economía Naftali Bennett, mantuvo varios encuentros con Netanyahu a lo largo de la semana para solicitar toda la información posible sobre las propuestas de Washington, según informó el diario «The Jerusalem Post».