La idea del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, de incluir el mantenimiento de los asentamientos judíos en Cisjordania, en el marco de un futuro Estado palestino, encendió una tormenta política en Israel.

Tal y como recogen medios locales, el enfrentamiento entre el jefe del Ejecutivo y su ministro de Economía y líder del partido ultranacionalista religioso Habait Haiehudí, Naftalí Bennett, nació de dicha consideración de Netanyahu filtrada a la prensa extranjera que algunos analistas entienden como una forma de pulsar la opinión de los colonos.

Según «Haaretz», una fuente de la oficina del primer ministro aseguró que Netanyahu no ve razón por la cual un acuerdo definitivo de paz no incluya que una minoría israelí continúe viviendo en el futuro Estado palestino, así como una minoría árabe lo hace el Estado judío.

Un comentario que parece alinearse con las declaraciones que el propio Netnayahu realizó recientemente en Davos, durante el Foro Económico Anual, donde rechazó evacuar un sólo asentamiento o a un sólo israelí de los territorios palestinos.

Bennett arremetió contra el mandatario al señalar en una red social que «la idea de que asentamientos judíos queden bajo soberanía palestina es muy peligrosa y refleja una irracionalidad de valores».

«Dos mil años anhelando la Tierra de Israel no transcurrieron para que ahora vivamos bajo el dominio de Mahmud Abbás (presidente de la Autoridad Palestina)», recalcó.

«Cualquiera que considere que judíos vivan en la Tierra de Israel bajo soberanía palestina mina nuestra presencia en Jerusalén», agregó.

En este sentido, Bennett consideró que «esta noción refleja un tipo de ofuscación ética», según añadió «Haaretz».

A las críticas del ministro de Economía se sumaron en las últimas horas tres miembros importantes del partido Likud de Netanyahu.

El viceministro de Exteriores, Zeev Elkin, advirtió que la idea de dejar a israelíes en un Estado palestino supone «una línea roja contral el ideal sionista».

En esta misma línea se expresaron la viceministra de Tranportes, Tzipi Hotovely, y el viceministro de Defensa, Danny Danón.

Danón aseguró que «no se dejará a los colonos más allá de las líneas enemigas».

«No desearía ni a mis enemigos vivir bajo soberanía palestina», manifestó.

La oficina de Netanyahu tachó las declaraciones de Bennett de «irresponsables y destinadas a conseguir un titular».

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