Boaz Toporovsky (32) es un nuevo diputado por el partido centrista israelí Yesh Atid que no parece estar muy acostumbrado a las largas sesiones nocturnas del Parlamento hebreo.

Quizá la juventud del legislador sea la responsable de su irreverencia o tal vez no pensó que su idea de pasar una noche en la Cámara, posar para una foto semidesnudo y sólo cubriéndose con su camisa, sería motivo suficiente para generar polémica en Israel.

Toporovsky está acostumbrado a comentar sus actividades en las redes sociales y por eso no vio problema en publicar un mensaje en Facebook luego de una votación que terminó después de las cuatro de la mañana.

«Es la primera vez que duermo en la Knéset; no tiene sentido ir ahora a casa porque mañana trabajo. Espero que no duela demasiado», comentó. 

Junto a su comentario publicó una foto en la que se lo ve cómodamente recostado en un sofá, con mirada seductora, el torso descubierto y medio cubierto por su camisa.

La imagen parecía digna de una pose de las tantas campañas publicitarias de David Beckham y como en todo, hubo quienes le criticaron el acto de irrespeto y quienes jocosamente comentaron que les gustaría ser parte de «esas sesiones tan extenuantes» y descansar junto a él.

Toporovsky fue amonestado y el presidente del Parlameto, Yuli Edelstein, le advirtió que debía mostrar educación y respeto hacia los poderes del Estado.

Sin embargo, el joven legislador criticó la actitud de algunos de sus compañeros ultraconservadores e ironizó al decir que «a partir de ahora dormiré vestido de traje».

Lo curioso del caso no acaba allí. El partido al que pertenece Toporovsky, Yesh Atid, está liderado por otro de los galanes de la política israelí, el ministro de Finanzas Yair Lapid, quien fuera actor y presentador de televisión antes de ser electo.

Según informan los medios locales al respecto, las opiniones están divididas pues hay quienes creen que Edelstein simplemente tiene envidia de varios legisladores que se ven muy bien.

Pero por otro lado, el presidente del Parlamento afirmó que esto sólo se trata de disciplina y educación básica, que nada tiene que ver con que hombres como Toporovsky sean contactados por la prensa más por su apariencia física que por sus ideas.

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