Ni siquiera los adversarios políticos de Binyamín Netanyahu tienen muchas dudas de que el primer ministro israelí será el ganador de las elecciones parlamentarias del próximo martes.

Aún así, no todo es color de rosa para su alianza de ultraderecha, Likud-Beitenu, que en las últimas encuestas pasó de 34 a 32 escaños de los 120 del Parlamento.

De este retroceso se beneficiaría sobre todo el partido Habait Haiehudí, encabezado por Naftali Bennett, aún más de derecha que la actual lista de Netanyahu.

Así, y ante la división de las fuerzas de centro e izquierda, todo apunta a que el futuro de Israel seguirá dominado por una política intransigente y proclive a los asentamientos.

Estas previsiones no suponen precisamente buenas noticias para las ya de por sí negociaciones estancadas con los palestinos aunque Netanyahu y su socio de ultraderecha, Avigdor Liberman - líder de Israel Beiteinu - aseguran estar a favor de la solución de dos Estados.

Pero para la mayoría israelí es sólo una falsa declaración de intenciones para tranquilizar a la comunidad internacional, como lo reconoce abiertamente la joven diputada del Likud, Tzipi Hotoveli.

El ala más conservadora del Likud reclama incluso la anexión de parte de Cisjordania y el diputado Moshé Feiglin llegó a proponer pagar elevadas sumas de dinero a palestinos que emigren voluntariamente. Ante este tipo de propuestas, Netanyahu calla.

Según las últimas escuestas, la unión de conservadores, ultraderecha y partidos de fuerte componente religioso podría lograr un bloque 63 escaños o más. El centro-izquierda conseguiría 57 o menos.

Cerca de un 15% de los votantes todavía se muestra indeciso, algo que es normal a esta altura de la campaña.

Haciendo un promedio de los últimos sondeos de intención de voto, la unión Likud Beiteinu pasaría de 34 escaños a 32.

Habait Haiehudí recibiría 13-14, por lo que el americano Jeremy Gimpel, que es 14º en la lista del partido, entraría en el Parlamento.

Gimpel dijo que ello demuestra que los nuevos inmigrantes pueden llegar a la política activa. «Ahora está en nuestras manos elegir al primer inmigrante estadounidense en las últimas décadas llevando nuestro mensaje de fomentar la aliá a todo Israel».

Hatnuá, el partido de Tzipi Livni cayó de 9 plazas a 7, la misma cantidad que recibe  por Meretz - que duplica su formación - y el ultraortodoxo ashkenazí Yahadut Hatorá.

Yesh Atid de Yair Lapid recibiría 12 bancas y el ultraortodoxo sefaradí Shas 11.

Si bien las encuestas determinaron que el ultraderechista Otzmá Leisrael pasará el umbral electoral, todavía está por verse si el partido Am Shalem del rabino Haim Amsalem, lo conseguirá.

Las encuestas otorgan 17 bancas al Parido Laborista, 4 a Hadash, 4 a Balad, 3 a la Lista Árabe Unida Ram-Taal y 2 a Kadima que sufrirá una verdadera catástrofe al perder 26 mandatos (!), cifra récord en comicios israelíes.

El encuestador Rafi Smith señaló que entre los votantes menores de 30 años, el Likud Beiteinu recibió el mayor apoyo, seguido de cerca por Habait Haiehudí, Yesh Atid y el Laborismo. Hatnuá no recibió casi ningún apoyo entre dichos electores. Livni recibió el apoyo de famosa la cantante Ahinoam Nini.

Por otra parte, el Likud Beiteinu negó rotundamente un informe de Canal 10 según el cual sus estrategas estadounidenses, Arthur Finkelstein y George Birnbaum , habrían abandonado la campaña antes de tiempo por disputas con Gil Samsonov y otros funcionarios de la alianza.

Las fuentes del canal informaron que la discussion provenía de los informes de que la meta pronosticada por Finkelstein eran de 45 escaños para la alianza, que ahora recibe sólo 32 en las encuestas.

Por ultimo, Naftali Bennett se esforzó por distanciarse de un apoyo potencialmente perjudicial para su partido, Habait Haiehudí, que le dio Ygal Amir, asesino del ex primer ministro Itzjak Rabín.

Bennett atacó a los medios de comunicación por centrarse en cosas que, según él, no importan.

«Hay problemas mas graves en este país. La gente no puede permitirse el lujo de estar informando sobre a quien va a votar este magnicida», afirmó.

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