El Primer Ministro Netanyahu expresó su deseo de Shaná Tová manifestando que el verdadero lugar en el mundo para el pueblo judío es la Tierra de Israel.

El primer ministro Binyamín Netanyahu aprovechó la oportunidad de su saludo anual de Rosh Hashaná para referirse a la identidad de Israel como Estado judío y a las estancadas conversaciones con los dirigentes de la Autoridad Palestina en Ramallah.

Señalando en primer lugar la abrumadora cantidad de oraciones y deseos de paz para el próximo año que recibió su oficina, Netanyahu afirmó que la paz depende de la propia fuerza de Israel y de la cabal comprensión de su carácter esencial de Estado judío.

“Para que haya paz Israel tiene que ser fuerte”, expresó Netanyahu. “Se hace la paz con los fuertes, no con los débiles. A los débiles se los hace a un lado”, agregó.

Para poder dar forma a esa paz buscada, Netanyahu señaló como condición necesaria el reconocimiento por parte de los palestinos de que el pueblo judío, luego de todos sus afanes y agónicas odiseas a través de los siglos, merece tener su único y propio lugar bajo el sol: la Tierra de Israel.

El primer ministro aseguró que el resultado de las futuras negociaciones dependerá de la capacidad de los dirigentes palestinos para aceptar el carácter esencial de Israel, “la equidad, la verdad y el sentido común que deben acompañar a la paz.” Tras haberse negado durante décadas, los palestinos tendrán que reconocer finalmente el Estado judío, afirmó Netanyahu.

“Y si lo hacen, creo que tendremos un muy, muy buen año”, concluyó.