Teniendo en cuenta las tragedias de la historia judía, es ofensivo que diputados israelíes ataquen a las organizaciones de derechos humanos. Que diferente sería la historia judía si tales organizaciones hubieran podido informar al mundo acerca de lo que los nazis hacían con los judíos .

La Knéset aprobó un proyecto de ley para limitar la financiación extranjera de organizaciones políticas que no reciben apoyo del Estado. Los impulsores de esta iniciativa afirman que las ONG's financiadas exclusivamente desde el exterior reflejan los esfuerzos por parte de la comunidad internacional para ejercer su influencia sobre la política israelí imponiendo una agenda de izquierda.

Es probable que dicho proyecto de ley ataque cuestiones de principio. Sin embargo, su contenido exhibe una comprensión profundamente limitada de la democracia por parte de la coalición gobernante. Lo que realmente se busca es bloquear la financiación para cualquier organización que no se ajuste a las políticas gubernamentales, no solamente organizaciones de extrema izquierda, tal como podría suponerse. Este proyecto, por ejemplo, pone en peligro la posibilidad misma de funcionamiento del Centro Peres para la Paz. En otras palabras, el gobierno quiere cancelar cualquier posibilidad de oposición.

El ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, aseguró que la ley es necesaria, ya que los gobiernos extranjeros tratan de inmiscuirse en la soberanía de Israel. Esto puede ser, o una muestra de cinismo, o bien, la prueba de una absoluta falta de comprensión de la idea misma de una ONG y de otros tipos de organizaciones de derechos humanos. Su propósito expreso es actuar bajo la soberanía de estados particulares y evitar el abuso de los derechos humanos.

Organizaciones internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional son en su mayoría financiadas internacionalmente. Ellas están basadas en el principio de que la humanidad en su conjunto es responsable de lo que se hace con los seres humanos en todas partes. La mayoría nació después de la Segunda Guerra Mundial, principalmente a causa del Holocausto. La humanidad decidió que debía restringirse el poder estatal a los fines de dificultar el abuso de los derechos humanos. Como era de esperarse, los judíos desempeñaron un papel protagónico en la creación y fortalecimiento de aquellas organizaciones que se ocupan de supervisar lo que los estados hacen.

Teniendo en cuenta las tragedias de la historia judía, parece ofensivo el que los legisladores israelíes decidan atacar las organizaciones de derechos humanos. ¡Cuán diferente habría sido la historia judía, si tales organizaciones hubieran podido inundar el mundo con información acerca de lo que los nazis estaban haciendo con los judíos a partir de 1933!

Por supuesto que estados como Irán y Siria no desean que el mundo se entere de lo que hacen con sus propios ciudadanos; por esa razón, tratan de apagar Internet en sus países y no permiten el ingreso de las ONG's de derechos humanos.
No se puede comparar a Israel con Irán o con Siria. A diferencia de esos regímenes tiránicos, Israel debería acoger con beneplácito el escrutinio público de sus acciones. Si el Estado judío no viola los derechos humanos, no tiene nada que temer. Pero si lo hiciera, los ciudadanos israelíes y la comunidad internacional deberían saberlo.

Mientras que algunas organizaciones como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, tienen de hecho una deplorable historia de prejuicio anti-israelí, afirmar que la idea misma de los derechos humanos está siendo utilizada específicamente en contra de Israel resulta absurdo. Dichas organizaciones denuncian a muchos países, desde Arabia Saudita e Irán hasta China. Además critican a Estados Unidos por su práctica de "entregas extraordinarias", en la que la tortura se subcontrata a otros países, así como por el mantenimiento del campo de detención de Guantánamo.

Las ONG's tratan de poner los hechos a consideración del público. Su principio fundamental es que los ciudadanos de Israel deben saber lo que sucede en Cisjordania. A continuación, deben determinar, mediante la discusión abierta, si creen que gobernar a una población bajo un régimen militar es aceptable.

Liberman afirma que las organizaciones de derechos humanos tergiversan la realidad israelí. Si este es realmente el caso, debe probarse mediante la presentación de evidencias. El intento de impedir el funcionamiento de las mismas no nos acercará a la verdad. Sin embargo, ¿será una verdad que a Liberman realmente le importe?

La actual coalición tiene una concepción muy limitada de la democracia como gobierno de la mayoría. Parece haber olvidado el hecho de que una mayoría legítimamente elegida que se dedica a pisotear los derechos de las minorías convierte a la democracia en autoritarismo. Pero tal vez no se trate de un descuido. Las acciones de Liberman indican que él considera a la democracia liberal y a sus instituciones como una molestia en lugar de una ventaja. Él y sus socios del Likud, como los diputados Zeev Elkin, Yariv Levín y Danny Danón, que están embriagados con la idea del poder judío y la soberanía, pretenden aplastar cualquier injerencia en este poder, ya sea desde dentro o desde fuera.

La política israelí de extrema derecha ha empeorado de manera catastrófica, tal como el presidente de la Knéset, Reuvén Rivlin, manifestó en un reciente discurso en la sede del Likud. El ataque de la coalición a las ONG's está dirigido no solamente a lo que queda de la izquierda israelí. Es un ataque al carácter de Israel como sociedad abierta, a la discusión crítica sin la cual la democracia no es más que un engaño.

Sólo la luz de la verdad puede guiar a las democracias de manera responsable; de lo contrario, nos dirigimos hacia un régimen totalitario, para el que la verdad es un inconveniente que debe manipularse con el objetivo de consolidar un poder ilimitado.

Fuente: Haaretz - 29.11.11
Traducción: www.israelenlinea.com