El magnate norteamericano, Donald Trump, anunció que suspenderá su viaje a Israel, pero que volverá al Estado judío después de que se convierta en presidente de EE.UU.

El precandidato republicano, quien enfrenta críticas por su propuesta de prohibir el ingreso de musulmanes a EE.UU, iba a reunirse con el primer ministro israelí Binyamín Netanyahu el 28 de diciembre.

Netanyahu ya había anunciado que recibiría a Trump pese a sus polémicas declaraciones.

Para evitar la controversia, un funcionario de su oficina informó que la reunión ya estaba programada hace dos semanas, y agregó que el primer ministro se reuniría con todos los precandidatos a la sucesión del presidente norteamericano, Barack Obama, que lleguen a Israel.

Netanyahu rechazó las declaraciones de Trump sobre los musulmanes aduciendo que Israel «respeta todas las religiones», mientras se multiplicaban los pedidos de que cancele su encuentro con el precandidato presidencial republicano.

«El Estado de Israel respeta todas las religiones y garantiza estrictamente los derechos de todos sus ciudadanos. A la vez, Israel combate el islam militante que ataca a musulmanes, cristianos y judíos por igual y amenaza a todo el mundo», afirmó el mandatario.

Netanyahu había aclarado que la reunión no representaba «de ningún modo» un apoyo a Trump.

Unos 40 legisladores - un tercio del Parlamento hebreo - firmaron una petición que instaba a Netanyahu a condenar los comentarios «racistas» de Trump y le pidieron que cancele la reunión a menos de que el precandicato se retracte.

«Es una bofetada a los ciudadanos israelíes musulmanes», explicó la diputada del partido de izquierda Meretz, Zehava Gal-On, una de las promotoras de la petición.

Para ella, Netanyahu «legitima» las posturas de Trump y no debería recibirlo. Al menos dos diputados de la coalición de Netanyahu se sumaron a la petición.

La radio pública israelí reportó que el parlamentario árabe Issawi Frej, también de Meretz, solicitó al ministro de Interior que no permita la entrada de Trump al país.

«Imagínese que si un país o un candidato dijera que se prohibiera la entrada a los judíos, todo el mundo se alzaría para protestar, diciendo que se trata de un antisemita racista. Un racista como este no tiene lugar aquí entre nosotros», dijo Frej a la emisora.

Israel tiene una población de más de ocho millones de habitantes, un millón de los cuales son musulmanes, según las estadísticas oficiales israelíes.

Notas relacionadas:

Obama: «Trump pone en peligro seguridad de EE.UU

Experto israelí: «Llamado de Trump a matar familiares de terroristas, crimen de guerra»

Islam contra musulmanes