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Grupo Sionista: Livni renunció a acuerdo para compartir poder

Tzipi LivniTzipi Livni, una de las líderes del Grupo Sionista, anunció que renunció a un acuerdo para rotar el cargo de primer ministro con Itzjak Herzog, en un último intento encaminado a ganar apoyo para el partido pocas horas antes de las elecciones.

En una declaración emitida en su nombre, Livni señaló que «renunció a su derecho, como se acordó cuando su facción política, Hatnua, se unió al Partido Laborista, al liderazgo rotatorio de Israel con Itzjak Herzog, si el Grupo Sionista forma la próxima coalición de Israel.

Livni dijo además a Herzog que la rotación «no debe convertirse en un obstáculo en las negociaciones de la coalición» y enfatizó que el principal asunto es reemplazar al primer ministro actual Binyamin Netanyahu.

Livni, que fue jefa negociadora de Israel en las tratativas con la Autoridad Palestina (AP), es poco popular entre los votantes de derecha y estuvo en gran medida ausente en la campaña electoral del Grupo Sionista.

La movida política de Livni es el más reciente intento realizado por el Grupo Sionista para incrementar el apoyo entre los votantes de centro y derecha.

El Grupo Sionista se encuentra en una carrera muy reñida con el Likud de Netanyahu. Las encuestas de la semana pasada pronostican una diferencia de cuatro escaños a favor de la lista que encabeza Herzog.

Livni nació y se crió en un entorno intensamente politizado en el que evolucionó desde el ultranacionalismo sionista de su juventud a asumir la solución de dos Estados en el conflicto con la AP y la renuncia a parte de Cisjordania para preservar el carácter judío del Estado de Israel.

Abogada de profesión, especializada en Derecho Público y Comercial, Livni fue teniente en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y trabajó para el Mossad a principios de los años '80.

En una meteórica carrera política impulsada por Ariel Sharón, fue ministra de Agricultura y Desarrollo, de Absorción, de Vivienda y de Justicia en los Ejecutivos que aquel primer ministro lideró entre 2001 y 2005. Ya con Ehud Olmert (2006-2009), fue jefa de la diplomacia israelí.

Como titular de Exteriores negoció en agosto de 2006 con el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, el cese de hostilidades entre Israel y Hezbolá tras la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

En el gobierno de Olmert también tuvo bajo su responsabilidad las negociaciones con el presidente de la AP, Mahmud Abáas, entre 2007 y 2008, que llegaron probablemente al punto más avanzado hasta la fecha entre las partes.

Su mayor fracaso político, sin embargo, se produjo a finales 2008, cuando, tras la dimisión de Olmert por corrupción, Livni tuvo en sus manos la posibilidad de formar Gobierno sin acudir a elecciones al frente del ya desaparecido partido Kadima, oportunidad que desperdició.

Su negativa a ceder ante las presiones de los partidos ultraortodoxos - que exigían más presupuestos para sus instituciones religiosas - llevaron al país a unas elecciones en las que Netanyahu obtuvo el mandato para gobernar.

Su partido Kadima logró en esas elecciones (2009) el mayor número de escaños, pero el crecientemente derechizado Parlamento israelí no la respaldó para formar gobierno.

Desde entonces, Livni, despojada del liderazgo del Kadima, creó una nueva formación de corte liberal - Hatnuá - con la que ganó sólo seis escaños en los comicios de 2013, y vio disminuir su otrora promisorio horizonte político hasta tal punto que, para salvarse, prefirió aliarse con el Laborismo, partido del que ideológicamente siempre se manifestó alejada.

«Un grupo sionista contra los partidos de la derecha extremist», fue el eslogan al que recurrió para justificar su unión, ocasión en la que lamentó el que la palabra «paz» hubiera desaparecido del léxico político israelí.

«Herzog es una persona correcta, capaz y valorada y será un primer ministro excelente. Creo con todo mi corazón que esa es la base de esta asociación», argumentó.

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