La derecha israelí se reunió en un mitin en la Plaza Rabin de Tel Aviv para apoyar a sus candidatos, en especial al primer ministro y líder del Likud, Binyamín Netanyahu, horas antes de los comicios.

20.000 personas procedentes de diversas ciudades de Israel, así como de los asentamientos judíos en Cisjordania, se concentraron para apoyar a Netanyahu y a los candidatos de los partidos ultraderechistas, Naftali Bennet, líder de Habait Haiehudí, y Eli Yishai, que encabeza la lista Haam Imanu.

Familias enteras coreaban eslóganes en favor de la unidad de Israel y en contra de las políticas de apaciguamiento, sobre todo en relación a posibles tratativas con los palestinos y al programa nuclear iraní que dicho bloque considera que se está intentando imponer desde el exterior.

De acuerdo a estimaciones proporcionadas por los medios, unas 20,000 personas participaron en la convocatoria, la mitad de los 40,000 participantes en una concentración no partidista convocada por la izquierda a favor de un cambio de gobierno el pasado sábado.

Netanyahu aseguró que bajo su mandato nunca se dividirá Jerusalén.

«Jerusalén es nuestra capital eterna e indivisible y no será dividida», proclamó el jefe del Ejecutivo rodeado de excepcionales medidas de seguridad, como un cristal blindado que lo separaba del público.

Los intervinientes se mostraron muy críticos con las dos máximas figuras de la coalición de centroizquierda Grupo Sionista, el líder del Partido Laborista, Itzjak Herzog, y la ex ministra de Justicia y dirigente del centrista Hatnuá, Tzipi Livni.

«Si votas a Herzog y Livni, votas a Obama», se leía en carteles que portaban jóvenes simpatizantes.

El mitín no estuvo organizado por ningún partido en concreto sino por una denominada Plataforma de Defensa de la Tierra de Israel, que sustenta las posiciones del sionismo de derecho y ultraderecha, basadas en no hacer ninguna concesión en las negociaciones con los palestinos, en abandonar el proceso de Oslo, llegado el caso, y en no bajar la guardia con Irán.

La Plaza Rabin estaba salpicada de carteles de propaganda de las diversas fuerzas que concurren por separado a los comicios, empezando por el Likud y siguiendo por Habait Haiehudí, Haam Itanu e Israel Beiteinu, el partido del actual canciller, Avigdor Liberman.

Entre los asistentes podía verse a muchos jóvenes y niños y también personas de edad avanzada, que aplaudían con entusiasmo las declaraciones de sus líderes.

Uno de los momentos más sorpresivos fue cuando la multitud coreó la canción «Yerushalaim shel zahav» (Jerusalén de oro), bajo la batuta de Bennett que se presentó guitarra en mano .

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