Israel suspenderá una serie de encuentros en curso con la Unión Europea (UE) para protestar por la decisión de este organismo de etiquetar los productos provenientes de los asentamientos judíos en Cisjordania, anunció la viceministra del Exteriores, Tzipi Hotovely.
La funcionaria afirmó que Israel está enviando un «mensaje muy fuerte de desagrado. "No se puede estar involucrado en lo que está sucediendo en Oriente Medio mientras se da un paso tan extremo de etiquetar productos y boicoteándonos», declaró al Canal 2 local.
El portavoz de la cancillería, Emmanuel Najshón, dijo que Israel suspenderá una serie de diálogos regulares sobre cuestiones políticas en Oriente Medio, derechos humanos y organizaciones internacionales. Agregó que la suspensión probablemente sería temporal.
Las relaciones entre ambas partes se deterioraron después de que Jerusalén criticara la decisión del bloque de 28 países de etiquetar los productos fabricados en asentamientos de Cisjordania.
Desde Estados Unidos, el primer ministro israelí Binyamín Netanyahu dijo que la UE dio «un paso excepcional y discriminatorio por razones políticas».
La decisión de la UE, que llevaba meses de espera, enfatiza el descontento de la Unión por la continua expansión de los asentamientos israelíes en territorios que los palestinos reclaman como propios para un futuro Estado.
La UE busca ahora diferenciar sus relaciones con Israel y con los asentamientos, ante los temores de que de continuar así el Estado judío nunca cambie sus políticas en relación a la ocupación de tierras.
Una vez que se implemente el etiquetado, los consumidores europeos podrán leer en la etiqueta de la mayoría de los productos si una pieza de mercancía o bienes fue producida por asentamientos israelíes.
La Comisión Europea señaló que la normativa es sólo una medida técnica que se vio obligada a introducir después de que tres países miembros - Reino Unido, Bélgica y Dinamarca - ya impusieron etiquetas especiales por su cuenta y la UE necesitara simplificar el marco regulatorio en los 28 miembros.
Sin embargo, Israel insiste que la medida fue inspirada por un boicot internacional contra Israel y señaló que llega en un momento cuando el país se enfrenta a una ola de terrorismo entre crecientes ataques palestinos.
El Ministerio de Exteriores de Israel declaró que «es desconcertante e incluso irritante que la UE opte por aplicar un doble estándar cuando se trata de Israel» mientras que otras disputas territoriales son abordadas de forma diferente.
Agregó que la medida causó dudas sobre la participación de la UE en la región y podría tener consecuencias en las relaciones de Israel con Europa. Indicó que la medida también fortalecerá posturas palestinas y hará más difícil retomar las tratativas de paz.
«No podemos concebirlo más que como un antisemitismo disfrazado», dijo por su parte el ministro de Interior, Silvan Shalom.
El etiquetado debería afectar a menos del 1% del comercio entre la UE e Israel, que supone unos 30.000 millones de euros (32 millones de dólares), incluidos 13.000 millones de euros (14.000 millones de dólares) en exportaciones israelíes al bloque.
Las autoridades de la UE señalaron que en Reino Unido, donde ya se introdujo, no tuvo efectos económicos negativos. Además, desde hace ya más de una década, la UE excluyó productos provenientes de asentamientos por preferencias a acuerdos comerciales.
Sin embargo, Israel considera la norma como un estigma político que ahuyentará a los consumidores.
Los palestinos reclaman Cisjordania y el Este de Jerusalén como parte de un futuro Estado independiente.
La comunidad internacional se opone a los asentamientos israelíes en esas zonas y en los Altos del Golán bajo el argumento de que debilitan el objetivo de llegar a un acuerdo de paz. Más de 550.000 judíos viven en esos territorios.
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