El ministro israelí de Seguridad Interior, Gilad Erdán, sorprendió a la sociedad al elegir para próximo Jefe de Policía a una persona que no proviene de la institución sino de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el brigadier general Gal Hirsch.
Hirsch, de 51 años, casado y padre de tres hijas, renunció a las FDI luego de la Segunda Guerra del Libano, en 2006, después de la cual fue duramente criticado por la Comisión Winograd por su accionar al mando de la División Galilea.
Gran parte de las críticas se debieron a la forma en la que manejó el secuestro de los soldados Eldad Regev y Ehud Goldwasser por Hezbolá.
No obtante, la Comisión Winograd, que investigó las acciones durante la guerra, decidió absolverlo por lo que regresó a las FDI en como subcomandante del Comando Civil.
Hirsch escribió en su página de Facebook que se encontraba «muy emocionado» por su nuevo cargo, que aún debe ser aprobado por la Comisión Tirkel y el Gobierno.
«La Policía de Israel, oficiales y combatientes, fueron mis hermanos y hermanas de armas por muchos años y mis compañeros en muchas misiones, muchas de ellas secretas. Estoy feliz de haber recibido esa confianza y estoy esperando que el proceso de selección se complete», agregó.
Entrevistado por todos los medios, Erdán afirmó que Hirsch es «un oficial excelente, que produjo grandes cambios y reformas en cada unidad que comandó».
El primer ministro, Binyamín Netanyahu, emitió un comunicado apoyando el nombramiento y dijo que con Hirsch al mando de la policía superará muchos desafíos mientras trabaja para superar la crisis en la cual se encuentra el organismo.
Erdán explicó que era necesario traer un jefe de policía que provenga fuera del sistema para agitar la estructura y el sistema de la institución dañada por escándalos y corrupción y mejorar su reputación en la opinión pública.
«Hirsch viene de las FDI, de una organización con normas y estándares diferentes», añadió.
Sin embargo, padres de militares muertos durante la Segunda Guerra del Líbano anunciaron que se oponen al nombramiento de Hirsch, a quien culparon sus muertes.
«Hirsch es responsable del secuestro de mi hijo y de Ehud Goldwasser», afirmó Tzvi Regev, padre de Eldad Regev, uno de los soldados que fue secuestrado y asesinado por Hezbolá.
Los padres dijeron que las fallas de Hirsch durante el conflicto con Hezbolá hacen a que no sea adecuado para un puesto ejecutivo de semejante responsabilidad.
«Cuando escuché sobre su designación me quedé decepcionado. Tengo la sensación de que las familias de las víctimas de las FDI no son tomadas en cuenta en este tipo de decisiones y no sé si eso es bueno. Hirsch comandó una división durante la guerra en la que cayeron víctimas por su accionar muy controvertido», agregó en una entrevista con la radio militar «Galei Tzáhal».
Moshé Nissán, quien perdió a su hijo, Yinon Nissán, el último día de la guerra, dijo a «Yediot Aharonot»: «Mi hijo murió por su culpa. Su designación abrió heridas que nos está comiendo vivos. No nos toman en consideración. Este hombre no es adecuado para un cargo tan alto en la policía».
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