El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Liberman, instó a entablar una «guerra total» contra el terrorismo islamista después de los dos últimos atentados cometidos en Copenhague en los que murieron dos personas, entre ellas un joven judío, y cinco resultaron heridas.
«La cadena de sucesos terroristas en Europa demuestra lo que venimos diciendo desde hace años: que Israel y los judíos son el parachoques de este terrorismo ante todo porque están físicamente en el frente de guerra», señaló el canciller hebreo.
«Israel y los judíos son el frente de una guerra que el terrorismo lleva a cabo contra Occidente y el mundo libre», afirmó.
«La comunidad internacional no debe contentarse con declaraciones y protestas contra este terrorismo, sino despojarse de la corrección política y declarar una verdadera guerra sin cuartel contra el terrorismo islamista y sus raíces», agregó.
Además, Liberman criticó con dureza la actuación del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, durante la ofensiva del verano pasado en Gaza.
El líder del partido ultranacionalista Israel Beiteinu afirmó que la guerra «acabó sin resultados».
«Luchamos y estuvimos en los refugios durante 50 días. ¿Cuál es el resultado si Hamás nos sigue disparando?», preguntó.
«Mi posición estaba clara durante y después de la operación. Si fuera por mí, no habríamos salido del búnker después de 50 días sino que hubiéramos permanecido bajo tierra», dijo.
«No puede ser que tuvimos 70 muertos y decenas de heridos y el país se abstenga de actuar», indicó en una intervención en un acto cultural en la ciudad de Beer Sheva, en el sur de Israel.
«Mi opinión sobre este asunto estaba clara y la expresé y voté por ella en el Gabinete. De la misma manera que no podemos lanzar una operación militar cada dos años, no podemos celebrar elecciones cada dos años. Es imposible vivir así», subrayó.
Liberman señaló que en las dos últimas elecciones hubo opción de formar gobierno sin Netanyahu. «El Likud llegó al poder en dos ocasiones gracias a Israel Beiteinu», recalcó.
«Nuestra capacidad de establecer un gobierno alternativo era clara. El Likud de Netanyahu se olvidó de esto muy rápidamente», añadió.
El canciller hebreo dejó claro en su intervención que no teme sufrir daños electorales después de que algunos de los miembros de su partido fueron acusados de estar implicados en uno de los mayores casos de corrupción de los últimos años en Israel.
«No hay un caso de corrupción sino un escándalo referido a pervertidos sexuales en la Policía de Israel. Si se quiere encubrir fallos, hay que inventar algo», aseveró.
«Esta es la sexta vez consecutiva desde el inicio de las campañas electorales que se abre un nuevo caso que implica a Israel Beiteinu. Es una coincidencia interesante», destacó.
Liberman aseguró también que la línea política de los diputados árabes de Israel del Parlamento es contraria a la existencia del estado.
Durante la conferencia, el jefe de la diplomacia sostuvo que los parlamentarios árabes «no tienen otra ideología que la destrucción de Israel».
Por su parte, algunos integrantes de la nueva lista árabe conjunta que agrupa por primera vez a estos partidos minoritarios en Israel, manifestaron que esta nueva formación es el resultado de la intención de Liberman de forzar la salida de las minorías del Parlamento.
«Esta lista es la respuesta más efectiva a las intenciones racistas de Liberman de mantener a los árabes fuera de la Knéset», declaró Aida Touman-Sliman, candidata de esa alianza.
La reciente unión de los partidos árabes fue un revulsivo para su supervivencia parlamentaria tras la aprobación de la reforma de la ley electoral de elevar la barrera de acceso a la Knéset al 3,25% de los votos válidos, lo que dejaría fuera del juego político a varias formaciones minoritarias.
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