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Intel presentó guía para poder hacer negocios con Israel

Intel Israel«A los israelíes, por lo general, les encanta debatir y lo harán acaloradamente sobre cualquier tema. Es de esperar que se produzcan interrupciones durante una presentación, ya que prefieren plantear sus preguntas y discutir aquello que sea necesario cuanto antes, en lugar de esperar al final».

Estos consejos, entre otros similares, están incluidos en la guía «Trabajar con israelíes», creada por el gigante del software Intel, y provocaron algunas risas entre los emprendedores hebreos durante una presentación sobre cómo gestionar las diferencias regionales en el mundo de los negocios en el Centro de Convenciones de Hezlía.

No es de extrañar si se tiene en cuenta que se está hablando de una cultura donde el descaro es más una actitud que un insulto y la jutzpá (en hebreo: osadía, atrevimiento, insolencia), una cualidad admirable.

Las implicaciones culturales de lo que supone ser un «desvergonzado», lo último que alguien desearía ser, se extienden durante una página entera en el diccionario. En vista de ello, no es de extrañar que los israelíes jueguen duro en el ámbito de los negocios.

Meir Dudai, cofundador de Jifiti.com y participante de la conferencia, compartió una foto de la guía en Facebook. Su post se viralizó rápidamente e Israel21C, organización fundada por dos emprendedores israelíes afincados en Estados Unidos, se hizo eco de la historia:

«Aquellos que compartían la publicación añadían comentarios acerca de la afición de los israelíes por tener algo que picotear a mano, la posibilidad de que miren sus smartphones en lugar de intentar mantener el contacto visual durante una reunión de negocios y el código de vestimenta informal (vaqueros, camiseta, sandalias) típico del ámbito de las altas tecnologías. Los extranjeros deben sentir alivio sabiendo que, en la cultura empresarial israelí, es casi imposible cometer un error con las normas de etiqueta».

Israel debe el ser conocido como «La Nación Start-Up» al bestseller publicado en 2011 por Dan Senor y Saul Singer, quienes dieron su opinión al respecto:

«¿Cómo es posible que Israel, un país de 8,1 millones de habitantes, de tan sólo 60 años de antigüedad, rodeado de vecinos hostiles, en constante estado de guerra y sin recursos naturales, produzca más start-ups que naciones más grandes y pacíficas como Japón, China, India, Corea, Canadá y Reino Unido?»

El mapa Mapped In Israel localiza las empresas israelíes de alta tecnología, recoge 1.435 start-ups en Israel e incluye 65 centros de investigación y desarrollo y 56 aceleradores de empresas.

Uriel Peled, cofundador de la start-up Visualead, explora las razones del éxito económico de Israel en el artículo «Por qué Israel es una nación start-up» en la revista «Tech In Asia». Como piedras angulares de su cultura tecnológica, cita las universidades israelíes, algunas de las cuales se cuentan entre las mejores del mundo, así como la financiación gubernamental en las primeras fases de desarrollo, el asesoramiento de la primera generación de emprendedores como mentores, falta de recursos naturales y espíritu pionero.

Una infografía incluida en el artículo revela la particular interpretación que el emprendedor israelí tiene de las normas que rigen el mundo de los negocios:

«Hay reglas que no hay que seguir al pie de la letra y reglas que están para romperlas».

Para aquellos que no están familiarizados con las normas propias del ámbito laboral, Ayalón Slater, de Israel Employ, compartió estos consejos para inmigrantes recién llegados sobre cómo interpretar el lenguaje y comportamiento autóctonos:

«Comunicación directa: Los israelíes, por lo general, dicen lo que tienen en mente y esperan del resto este mismo estilo de comunicación. Por lo tanto, pueden parecer asertivos y francos, o bien agresivos, arrogantes o maleducados».

«Iniciativa: En sus acciones y toma de decisiones, los israelíes valoran la iniciativa sobre el esperar órdenes. Por lo tanto, pueden parecer muy centrados en conseguir resultados, o bien temerarios y precipitados».

«Improvisación: Los israelíes valoran la rapidez en la resolución de problemas y tienden a la improvisación más que una planificación cuidadosa o la búsqueda de orientación en el proceso. Por lo tanto, pueden parecer rápidos a la hora de actuar y flexibles, o bien desorganizados y caóticos».

Katrina Jacobs, inmigrante británica, explicó hasta que punto la naturaleza directa de la comunicación israelí, incluso con desconocidos, permea a todos los niveles:

«Las conversaciones que tienden a mantener los taxistas israelíes son de un carácter mucho más personal. Suelen interesarse por cuestiones tales como la razón de tu estancia en Israel, trabajo y salario, familiares en Israel, estado civil, llegando a preguntarte por qué no estás casada, si es el caso, o si estás embarazada, e incluso por qué no lo estás aún. Este tipo de preguntas no se consideran particularmente ofensivas o intrusivas. En muchos aspectos los israelíes tratan a todo el mundo como a uno más de la familia y las preguntas personales se ven como una forma de mostrar interés, ser cercano o simplemente sacar tema de conversación. Ni más, ni menos».

En Quora, un sitio web de preguntas y respuestas que funciona mediante crowdsourcing, este tema se debate en la discusión «¿Por qué es tan duro tratar con israelíes?», en la que se puede encontrar otro punto de vista. Los usuarios del foro cargado de humor y anécdotas son israelíes familiarizados con la cultura americana, mucho menos directa en la comunicación profesional.

Ariel Barkán fue directo al grano, como era de esperar: «Como israelí me gustaría compartir mi punto de vista. En muchas ocasiones, tras una llamada con una compañía estadounidense no puedo evitar pensar ¿Por qué les cuesta tanto decir ‘NO'? o ¿si esto era un ‘NO’, por qué es necesario suavizarlo con tanta palabra amable?

Sagiv Ofek comentó en la misma línea: «Un verdadero israelí respondería: 'esa no es la cuestión. La cuestión es por qué los americanos se ofenden tan fácilmente'».

Ohad Samet, director ejecutivo de la start-up TrueAccord, vivió en Israel durante 30 años y es el autor de la respuesta más popular del hilo. Compartió un video del psicólogo Gal Szekely, que acumuló 30.000 visitas, analizando la serie de televisión israelí «BeTipul» que se adaptó para el mercado de Estados Unidos como «In Treatment» (En tratamiento). El guión se mantuvo intacto, pero se incluyeron sutiles diferencias en el lenguaje corporal y señas verbales para que resultaran apropiadas en el nuevo contexto cultural.

En otra de las contribuciones de la discusión, Nate Anderson contó su experiencia de dos años en Israel durante los cuales trabajó como conductor de ambulancia en el turbulento período de la segunda Intifada, que comenzó en el 2000, duró varios años y supuso el punto álgido de la violencia entre la Autoridad Palestina (AP) e Israel.

Anderson explicó que trabajar con israelíes requiere «no ser excesivamente sensible o vulnerable, ya que en Israel es más importante ser claro y sincero que no herir los sentimientos de alguien. En una sociedad de este tipo, la falsa cortesía resulta más bien ofensiva. Los israelíes se sienten más cómodos si se les dispensa el trato sincero y la confianza que se tendría con un hermano. Una buena relación en Israel no se mide con sutilezas; consiste en tener suficiente confianza para decirle a alguien que está siendo un imbécil si así es, pero también en que la otra persona sepa que contará con todo el apoyo en caso de que lo necesite».

Lea Zakh Aharoni, coach empresarial con experiencia internacional en Rusia, Israel y Estados Unidos, describió cómo la cultura empresarial tiene sus raíces en valores inculcados en la infancia y, más tarde, en la interdependencia con un país donde el servicio militar no sólo es obligatorio sino también muy valorado.

«La gente cuenta con las críticas de los demás. Si un niño hace algo malo, alguien le corregirá porque se siente responsable de él, ya sea su padre o un total desconocido. Y a todo el mundo le parece bien que así sea. En el ejército se da parte de todo enseguida. Lo mismo ocurre en el mundo empresarial; la gente sabe que si está haciendo algo mal, alguien se lo hará saber».

Por cierto, si alguien se pregunta cómo le va a Intel, la empresa autora de la guía origen de la discusión, no hay de qué preocuparse. Intel cuenta con unos 10.000 empleados en Israel en sus cuatro centros de desarrollo y sus dos plantas de producción y en marzo de 2014 anunció un plan de expansión de 600.000 millones de dólares.

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