Como si no alcanzaran los temas de Jerusalén, fronteras, refugiados, asentamientos, agua, seguridad y terrorismo, también el fútbol podría ser escenario de un nuevo enfrentamiento entre israelíes y palestinos, pero ahora por los servicios del jugador Ali Khatib.

El conflicto surgió cuando el club Jabel Moukkaber palestino se percató que uno de sus elementos, Khatib, tenía entre sus pretensiones desertar del equipo para unirse al Hapoel Haifa de Israel.

El jugador de origen árabe israelí ya había firmado con el equipo israelí. Pero al enterarse, los dirigentes palestinos denunciaron un presunto incumplimiento de contrato.

Debido a los antecedentes entre Israel y la Autoridad Palestina, la Federación Internacional de Futbol (FIFA) podría tener que mediar el conflicto para evitar que cause daños mayores.

A pesar que el problema se podría arreglar de manera local, las federaciones apoyan a su equipo y no piensan ceder.

El vicepresidente del Jabel Moukkaber, Zouhaika Mohammed, apoyado por la Federación de Fútbol Palestina (PFA), sostiene que Ali Khatib fue contratado para cuatro temporadas.

Además, un alto cargo de la PFA, Ali Jibril, recordó que «no se puede cambiar de equipo sin el consentimiento de su club actual».

Por su parte, la Federación de Fútbol Israelí contradice esas versiones y afirmó que Ali Khatib está inscrito en su federación desde 2001 y nunca solicitó un cambio a un equipo de la Liga de Palestina

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