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Las vacas lecheras israelíes se destacan por su eficiencia productiva

Ganado HolsteinA través de una mejora continua en el campo de la investigación y la práctica, las vacas lecheras de Israel se han convertido en una particular fuente eficiente de productos lácteos.

La producción lechera en Israel se ha incrementado notablemente, alcanzando en la actualidad los 12.000 lts. de leche al año, gracias a la mejora continua, la investigación y las prácticas orientadas al desarrollo de nuevas técnicas en el campo la industria lechera.

Dado que el clima seco de Israel hace necesaria una costosa importación del 30 por ciento de los ingredientes para la preparación del alimento de las vacas – granos y soja – la producción lechera de las vacas israelíes resulta particularmente eficiente.

El Dr. Joshua Miron, del Departamento de Investigación en rumiantes del Instituto de Ciencia Animal del Centro Volcani, destaca el nivel de eficiencia que debe alcanzar una vaca israelí a fin de poder compensar su desventaja climática y económica:  “En Nueva Zelanda, las vacas se levantan por la mañana, estiran las piernas y van a pastar.”
 
Las vacas israelíes – ganado Holstein- Frizyan – logran tal eficacia en parte debido a su peso ligero – unos 600 kg., en comparación con el estándar americano de 700 kg.–, lo cual genera una mayor tasa de producción de leche, según Miron. Además, señala el investigador, casi todos los gerentes de productos lácteos en Israel son profesionales con una formación universitaria específica en cría de ganado, cualidad que contribuye al máximo aprovechamiento del ordeño vacuno.

Los productores israelíes, a diferencia de lo que sucede en otros lugares del mundo, no reciben ningún subsidio gubernamental destinada a la producción láctea.

Miron y su equipo desarrollan actualmente un proyecto de investigación para incrementar aún más la producción de leche. Para ello, siguen ciertas medidas de observación individualizada de cada vaca. En la estación de ordeño, los animales son monitoreados por GPS, y se realiza un control estricto de los tiempos que dedican a dormir y a rumiar su comida.