«En diez años Israel planea capitalizar las crecientes amenazas cibernéticas para ser el centro del desarrollo de tecnología de la defensa en ciberseguridad», dijo el primer ministro Binyamín Netanyahu.
«Somos el centro de la producción de startups, un referente en ciberseguridad y debemos ver esta industria como nuestro futuro. La ciberseguridad será nuestro motor de crecimiento económico en los próximos 50 años», dijo el mandatario en la Conferencia Internacional Anual de Ciberseguridad, en la Universidad de Tel Aviv.
La ciberseguridad actualmente ya representa un motor de la economía israelí. Al cierre de 2014, los ingresos por ventas de software de este tipo sumaron 6.000 millones de dólares, lo cual equivale a 10% de las ventas totales de esta industria, de acuerdo con datos de forma de seguridad McAfee.
El país también es una fuente de nuevos negocios para el sector. A finales del año pasado, el Centro de Datos de Fondos de Capital de Israel, IVC Research Center, registró 220 startups o emprendimientos dedicados a proteger la información digital.
La escalada de amenazas fue la razón para que Israel se decidiera a darle un mayor impulso al desarrollo de las herramientas de ciberseguridad.
Netanyahu señaló que capitalizar las pérdidas globales que los hackers causan año con año a empresas, ciudadanos y gobiernos es una oportunidad de negocio atractiva. El costo anual del cibercrimen en el mundo es de aproximadamente 400.000 millones de dólares, según McAfee.
Para lograrlo el gobierno israelí fue más allá de la creación de startups. Hace tres años y medio formó la Unidad Nacional de Ciberseguridad, encargada de ver por el crecimiento del sector.
Sus estrategias beneficiarán a la industria, así como a los sectores educativo y militar.
Netanyahu anunció que se conformará una unidad independiente de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) especializada en ciberseguridad, que colaborará con empresas, los emprendedores y la academia en la ciudad de Beer Sheva en donde el gobierno dispuso la operación del «CyberSpark», un complejo en el que colaborarán todos los involucrados en el sector.
«A diferencia de otras naciones decidimos movernos y hacer que las cosas pasen. Nos llevamos a nuestro NSA, a los emprendedores y a las transnacionales a Beer Sheva. Ahí tendremos un ecosistema que constantemente estará innovando para el future», agreg el primer ministro.
Hacia 2020 se espera que se formen dos bases militares en Beer Sheva, en medio del Negev, cerca de la antigua base de la unidad de inteligencia 8-200. En tres años se espera que compañías transnacionales, sobre todo de Silicon Valley, instalen centros de desarrollo tecnológico.
Si bien el objetivo principal del plan de ciberseguridad israelí es elevar la participación de esta industria en su Producto Interno Bruto (PIB) también es una vía para combatir mejor los ataques cibernéticos de otras naciones.
«La gran pregunta siempre es dónde poner la valla de defensa. Hoy, el enemigo más fuerte son otros gobiernos, como Irán, de quien detectamos ciberataques. Nos debemos seguir defendiendo. No podemos bajar la guardia», destacó Netanyahu.
Israel mantiene una fuerte resistencia contra Irán por la sospecha de ataques cibernéticos dirigidos a su infraestructura crítica.
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