La Liga Árabe ha dado al Gobierno sirio un plazo de 24 horas para que deje entrar una misión de observadores que evalúen la situación del país, amenazando con sanciones económicas si Damasco rechaza la iniciativa.
Después de reunirse en El Cairo, los ministros exteriores árabes informaron esta resolución al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, para que tome la medidas necesarias que respalden a la organización panárabe.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás, y el líder de Hamás, Khaled Meshal, se reunieron en El Cairo, donde acordaron celebrar elecciones generales en mayo de 2012.
El objetivo del encuentro celebrado en la capital egipcia, no era otro que intentar alcanzar una reconciliación interna entre las dos facciones palestinas más importantes.
El presidente yemení, Ali Abdula Saleh, ha dejado el poder después de 33 años al frente de su país. De esta forma, se convierte en la cuarta víctima de la Primavera Árabe, siguiendo los pasos de Ben Alí, Mubarak y Gadafi, en Túnez, Egipto y Libia respectivamente.
Después de varios meses de protestas populares, reprimidas con violencia por parte de sus Fuerzas de Seguridad, Saleh finalmente ha firmado en Riad el traspaso de poder acordado con los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, en un acto retransmitido en directo por la televisión estatal saudí.
El embajador de Siria en Naciones Unidas, Bashar Jaafari, calificó como "declaración de guerra" al borrador de resolución promovido por países europeos y árabes en la Asamblea General de la ONU para condenar la violenta represión en las manifestaciones antigubernamentales en ese país.
A través de este texto se exige que terminen de forma inmediata la violencia y las violaciones de los derechos humanos. En la misma línea, se exige al Gobierno de Bashar Asad que respete el acuerdo suscrito con la liga Árabe para cesar las acciones militares contra la población civil y permitir la entrada de observadores internacionales al país.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, se ha comunicado por teléfono con el primer ministro de Israel, Biniamín Netanyahu, para expresarle la necesidad de frenar la escalada de tensión en Oriente Próximo y pedirle que contribuya a reanudar las conversaciones directas de paz con los palestinos.
El máximo responsable de la ONU aprovechó la ocasión para instar a Netanyahu a "reanudar inmediatamente la transferencia a la Autoridad Palestina de los recursos procedentes de la recaudación de impuestos y aranceles aduaneros".