Según una destacada firma de inversionistas israelí, es más probable que el mundo este dispuesto a aceptar las actividades nucleares de Irán, que un ataque militar para combatirlas, debido a los altos costos que esto implicaría.

Amir Kahanovich, un destacado economista, sostuvo que un ataque a Irán podría desencadenar un fuerte aumento en el precio del petróleo, provocando un fuerte daño en el comercio internacional.

Esta visión, difiere en gran parte con la de las autoridades israelíes, quienes sostienen que las aspiraciones nucleares de Teheran son inaceptables, y que todas las opciones son válidas a la hora de prevenir las acciones nucleares de Irán, las cuales representan una gran amenaza.

En un informe titulado "La cuestión iraní bajo una visión económica", Kahanovich propone cursos de acción que van desde "sanciones leves", hasta ataques militares, y advierte a los inversionistas que es probable que el resto del mundo se resista a tomar las medidas necesarias para impedir que Irán desarrolle armas nucleares. Además, aseguró que una confrontación militar, que incluya lanzamiento de misiles a Teherán y sus representantes en Gaza y el Líbano, tendría un costo económico demasiado alto para Israel.