Las principales ciudades sirias se despertaron este fin de semana sin el estruendo de las bombas gracias a la entrada en vigor de un alto el fuego entre el régimen y los rebeldes, aunque apenas horas después ya cayeron algunos obuses en Damasco.

«Un pequeño número de terroristas de Duma y Jobar (sectores al este de Damasco) disparó varios obuses contra barrios residenciales de la capital», afirmó a la agencia oficial SANA una fuente militar que no calificó este hecho como una violación de la tregua.

SANA no dio cuenta de víctimas. Según una fuente de seguridad, una decena de obuses cayeron sobre el barrio de los Abásidas, en el este de la ciudad.

El acuerdo de cese de las hostilidades auspiciado por Estados Unidos y Rusia, recibió el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU, el cual lo aprobó plenamente.

Este pacto sólo es válido en las zonas de combate entre las fuerzas del régimen (respaldadas por la aviación rusa) y los rebeldes sirios. Los grupos yihadistas Estado Islámico (EI) y el Frente Jabhat al-Nusra (brazo sirio de Al Qaeda), que controlan más del 50% del territorio, quedan excluidos de lo acordado.

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y su homólogo estadounidense, John Kerry, saludaron este armisticio vigente en una conversación telefónica.

«Los jefes de la diplomacia saludaron la entrada en vigencia del alto el fuego en Siria y también abordaron las perspectivas de reanudar las negociaciones entre las partes en el marco del Grupo Internacional de Apoyo a Siria», señaló un comunicado de la cancillería rusa.

Con cautela. Pese a la esperanza que suscita el acuerdo, la complejidad de su aplicación a largo plazo, debido sobre todo a la alianza de los insurgentes con el Frente Jabhat al-Nusra en varias regiones, hace que los analistas sean escépticos sobre su implementación.

Son «un día y una noche excepcionales para los sirios», afirmó el emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.

Si la tregua aguanta y la ayuda humanitaria llega a las zonas asediadas, De Mistura convocará una nueva ronda de negociaciones de paz intersirias para el 7 de marzo en Ginebra. Las anteriores fracasaron.

La tregua tiene por objetivo favorecer una solución política a la guerra, que causó más de 270.000 muertos y desplazado a más de la mitad de la población.

Para apoyar el pacto e impedir un error de bombardeo, la aviación rusa anunció la suspensión por un día de todas las salidas de sus aparatos en Siria, donde ataca zonas en poder de los insurgentes y los yihadistas desde finales de setiembre.

Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) y varios militantes, la calma reinaba en las provincias de Homs y de Hama (centro), en la de Damasco y en la región de Alepo (norte).

En las regiones con presencia del EI y del Frente Jabhat al-Nusra hubo enfrentamientos intermitentes, según el OSDH.

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