El líder de Hezbolá, el jeque Hassan Nasrallah, culpó a Israel de la muerte de Samir Kuntar, miembro de la organización terrorista libanesa que falleció el pasado sábado en un bombardeo en Damasco, y amenazó con responder a ese ataque.
«Tenemos derecho a responder en el momento, en el lugar y de la manera que consideremos adecuada», dijo Nasrallah, alertando a Israel en un largo discurso retransmitido por la televisión Al Manar, asociada al grupo.
«Que no queden dudas. Nosotros vamos a ejercer ese derecho», agregó.
Asimismo, el jeque dijo no tener «la más mínima duda» de que Israel perpetró el ataque, en el que «la aviación disparó misiles con precisión contra un edificio residencial» donde se encontraba Kuntar en la capital siria.
Al mismo tiempo, calificó de un «intento vano» el de atribuirle el ataque a la oposición siria, recordando que Israel aseguró que no perdonaría al terrorista druso, que estuvo preso casi tres décadas en el Estado hebreo.
Por el momento, las autoridades israelíes no confirmaron ni negaron su supuesta incursión aérea en Siria, mientras que un grupo rebelde vinculado al Ejército Libre Sirio (ELS) reivindicó el ataque perpetrado en Damasco.
«¿Cree Israel que con este asesinato va a eliminar el amor y la fe para seguir en la lucha. La sangre del mártir Kuntar aumentará la resistencia de los jóvenes palestinos hasta su último respire», aseguró Nasrallah.
Kuntar, de 53 años, es considerado por muchos libaneses como un símbolo de la resistencia frente a Israel, donde fue condenado a cadena perpetua por haber participado en el asesinato de un policía y tres civiles: un padre y sus dos hijas de 4 y 2 años.
El terrorista fue liberado en 2008 en un canje de prisioneros entre Hezbolá y el Gobierno israelí.
Pocas horas después de conocerse su muerte, tres cohetes fueron lanzados desde la región meridional libanesa de Tiro contra el norte de Israel y, en respuesta, la Fuerza Aérea hebrea bombardeó varias zonas del sur del Líbano.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, pidió calma y llamó a evitar una escalada de la violencia tras ese intercambio de fuego.
Horas antes del discurso de Nasrallah, miles de personas despidieron los restos de Kuntar en el cementerio de Al Ghonbeiry, en el sur de Beirut. «Muerte a Israel; muerte a Estados Unidos», gritaba la multitud que acudió al funeral.
Nasrallah acusó a grupos rebeldes sirios de cooperar con Israel y suministrarle información sobre el paradero de Kuntar en Siria.
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