Israel criticó la iniciativa de las autoridades palestinas para que su bandera sea izada en la sede de las Naciones Unidas a pesar de no ser un miembro de pleno derecho, y pidió a la organización que la rechace.
«Una vez más los palestinos prefieren anotarse puntos fáciles y sin sentido en la ONU, simplemente porque pueden. En lugar de negociar con buena voluntad mientras aceptan los compromisos necesarios, prefieren resoluciones vacías y unilaterales», lamentó el embajador israelí ante Naciones Unidas, Ron Prosor, en una carta al secretario general, Ban Ki Moon.
Prosor reaccionó de esta forma a la propuesta impulsada ante la Asamblea General por las autoridades palestinas para que su bandera pueda desplegarse en el organismo internacional, donde actualmente tiene estatus de Estado observador no miembreo como, por ejemplo, el Vaticano.
Israel recordó que durante sus 70 años de historia la ONU sólo izó las banderas de los miembros de pleno derecho y acusó a los palestinos de tratar de «cambiar protocolos y tradiciones antiguos».
«Me cuesta entender por qué, tras 70 años, hay esta urgencia para cambiar prácticas muy establecidas», señaló Prosor en su misiva, remitida también a la presidencia de la Asamblea General y distribuida a los periodistas por la misión israelí ante la ONU.
La Autoridad Palestina (AP) propuso que su bandera sea incluida junto a las de otros miembros durante las reuniones de los líderes mundiales este mes en la sede de la organización.
El texto, apadrinado por una veintena de países árabes entre ellos Arabia Saudita, Marruecos, Argelia, Egipto y Jordania, así como por Venezuela y Senegal, tiene chances de ser aprobado antes de mediados de septiembre.
Para ello, la resolución debe ser aprobada en las próximas semanas por la Asamblea General.
El portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, dijo a los periodistas que la secretaría acatará cualquier decisión de la Asamblea sobre las banderas.
Los palestinos obtuvieron el estatus de Estado observador no miembro el 29 de noviembre de 2012. Y desde hace meses llevan a cabo una intensa campaña diplomática para que se reconozca un Estado propio.
En un comunicado publicado a fines de agosto, la Santa Sede intentó desvincularse de un intento palestino de asociarle a esta iniciativa, que podría irritar aún más a Israel.
El estado hebreo ya expresó su descontento después de que el Vaticano reconociera en junio el «Estado de Palestina», al firmar un primer acuerdo bilateral con la AP.
El presidente palestino, Mahmud Abbás, y el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu asistirán a la sesión anual de la Asamblea General a finales de septiembre en Nueva York. Justo antes, el Papa Francisco hablará por primera vez ante la Asamblea.
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