Un nuevo ataque aterrorizó a Tel Aviv, donde un palestino ingresó de manera ilegal a Israel e hirió a cuchilladas, primero en un autobús y luego en la calle, a 12 israelíes, tres de ellos de gravedad.

El atacante, Hamza Muhammed Hassan Matrouk (23), de Tulkarem, en el norte de Cisjordania, intentó fugarse, pero fue herido por fuerzas de seguridad y luego detenido.

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, advirtió que el ataque es «directa consecuencia de la venenosa campaña de incitación del presidente palestino, Mahmud Abbás, contra los judíos y su Estado».

«Ese mismo terrorismo está tratando de atacarnos en París, Bruselas y en todas partes», agregó Netanyahu, en declaraciones reportadas por medios locales.

El líder hebreo también criticó a Hamás, que desde Gaza elogió al terrorista y lo definió como «heroico y valiente».

Por su parte, el canciller israelí, Avigdor Liberman, acusó a Abbás por su incitación contra Israel, y también imputó al jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, y a otros referentes árabes. «El objetivo de todos ellos es eliminar el Estado judío», manifestó.

En ese sentido, un asesor de prensa de Netanyahu emitió una declaración en la página de Facebook en la que se indican ejemplos de cómo la Autoridad Palestina (AP) realiza una campaña de odio contra Israel.

El líder de la oposición y del partido laborista, Itzjak Herzog, lamentó que «no exista un sentimiento de seguridad para los ciudadanos israelíes, ni en Jerusalén ni en Tel Aviv», y consideró inaceptable una situación inestable que impida el uso del transporte público.

Según el Shin Bet, el servicio de seguridad interno de Israel, los motivos del ataque de Matrouk tuvieron que ver con guerra de Gaza, con la tensión en el Monte del Templo en Jerusalén y con los programas radicales de la televisión islámica.

El terrorista, recién llegado a Tel Aviv, de acuerdo con la reconstrucción de la policía, subió alrededor de las 7.30 (hora local), en la Vieja Estación Central, en la línea 40 de la compañía Dan. A la altura del puente Maariv, en pleno centro de la ciudad, comenzó a acuchillar a los pasajeros y al conductor.

En ese punto, el chofer herido detuvo el vehículo, abrió las puertas y los pasajeros, muy asustados, escaparon hacia la calle. Pero Matrouk también bajó del medio de transporte y siguió atacando a los transeúntes.

Localizado por policías de la guardia penitenciaria, fue perseguido y finalmente herido una de sus piernas.

El hecho pareció revivir, según algunos comentaristas, el fenómeno de los «lobos solitaries» que atacan a ciegas a la multitud y realzan de inmediato las alarmas en Israel.

El último de ese tipo se produjo en noviembre pasado en Tel Aviv, cuando acuchillaron a un soldado hasta matarlo.

Los mismos comentaristas señalaron que ese tipo de ataques pueden repetirse y deben combatirse principalmente con el trabajo de inteligencia, pero es importante no ceder al pánico.

Los servicios de emergencia de Maguén David Adom informaron que cuatro de los heridos se encuentran en un estado entre moderado y grave, mientras que otros cinco presentan heridas de baja consideración.

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