Gobiernos de América Latina expresaron su rechazo a la ofensiva israelí en Gaza, que dejó hasta ahora más de 100 palestinos muertos, y llamaron a las partes a detener la violencia, mientras la ONU, Egipto y EE.UU, que apoya «el derecho de Israel a defenderse», realizan contactos para lograr un alto el fuego.

Ante la ofensiva israelí «Pilar Defensivo», que marcó su sexta jornada con nuevos bombardeos sobre Gaza, territorio controlado por la organización terrorista Hamás, varios países latinoamericanos manifestaron preocupación y reiteraron su respaldo a que los palestinos tengan su propio Estado como una solución al conflicto.

En ese sentido, la presidenta argentina, Cristina Fernández, solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU que convoque a una sesión urgente «que ponga fin a esta ronda de violencia, que fortalece a quienes desean impedir la creación de un Estado palestino que conviva en paz con el Estado de Israel».

La presidenta argentina también llamó a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) a «actuar en defensa de la vida humana» y sostuvo que, para lograr el fin del conflicto, «el primer paso debe ser la creación de un Estado palestino libre e independiente, que negocie la paz de igual a igual con el Estado de Israel».

La mandataria recordó, además, que el Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y Paraguay - suspendido del bloque -, ya expresó su decisión de apoyar esa iniciativa.

En la misma línea, desde Turquía, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, señaló que «la violencia no es el camino; la única vía es el diálogo directo entre el Gobierno palestino y el de Israel».

«La posición de Chile es firme y clara. Respaldamos el derecho del pueblo palestino a poder tener su propio Estado, libre independiente y autónomo a la vez que apoyamos el derecho de Israel a contar con unas fronteras seguras y en paz», agregó Piñera, que destacó el papel de Turquía para lograr «un cese al fuego y contribuir a que exista un Estado palestino».

Asimismo, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, de visita en España, afirmó que su país es «favorable» a que se reconozca a Palestina como Estado en la ONU y dijo que mantuvo contactos con el gobernante egipcio, Mohamed Mursi, y con el secretario de la ONU, Ban Ki Moon, para buscar un freno a la violencia.

Mientras tanto, Estados Unidos, que asegura que para desactivar el conflicto es necesario poner fin al lanzamiento de cohetes desde Gaza a Israel, anunció que redobló sus esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego.

Con estos contactos, «EE.UU busca que Egipto, Qatar y Turquía usen la influencia que tienen con Hamás y otras organizaciones terroristas para poner fin al conflicto», según la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, que rechazó las declaraciones del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en las que llamaba a Israel «Estado terrorista».

En El Salvador, el oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) condenó la «nueva masacre contra el pueblo palestino» y afirmó que «en este conflicto la provocación viene del Estado de Israel».

Este rechazo es compartido por otros gobiernos, como el de Venezuela, cuyo presidente, Hugo Chávez, calificó en días pasados de «salvaje» la ofensiva israelí, en lo que coincidió con el Gobierno de Cuba, que señaló que sigue con preocupación esa escalada de violencia contra la población palestina.

Asimismo, Cuba ratificó la semana pasada «el más firme respaldo a la justa causa del pueblo palestino y a sus derechos inalienables, que incluyen la creación de un Estado independiente con Jerusalén Oriental como capital».

De su lado, Perú reiteró su «posición histórica de apoyar los esfuerzos tendientes a una solución definitiva, justa y responsable sobre la situación en Oriente Medio».

La ofensiva en Gaza desató protestas en varios países, entre ellos Uruguay, donde una treintena de personas se manifestó en Montevideo frente a la Embajada de Israel, al que llamaron «Estado genocida».

Asimismo, decenas de miembros de la Asociación Palestina Salvadoreña y de organizaciones sociales protestaron frente a la Embajada de Israel en El Salvador.

Cabe destacar que ninguno de los países latinoamericanos que criticaron el «desequilibrio» de la actual escalada de violencia entre Israel y Hamás en la región, no hizo mención, ni observación, ni muestra de preocupación alguna por la no menos actual guerra civil en Siria que ya se cobró más de 35.000 muertos, incluidos ancianos, mujeres, niños y civiles descapacitados, entre muchos otros.

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