Podría hacer un listado enorme de motivos por los cuales sigue valiendo la pena celebrar este nuevo año, que encima es capicúa: 5775. Pero en lugar de hacerlo quise celebrarlo de otro modo.
Estos abuelos del Coro Halevay, que ya están de vuelta de muchas cosas, eligieron el humor que no relativiza ningún problema sino que nos vacuna respecto de cómo vivir la vida.
Así que les deseo lo mejor y los invito a ver esta humorada ideada por mi amigo, el rabino de la comunidad de Córdoba, Marcelo Polakoff.
Que lo disfruten,
¡Shaná Tová!
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